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Las arenadoras son la solución más funcional para la limpieza y esmaltado de objetos metálicos y más, ya que gracias a su estructura es posible trabajar en diferentes tamaños y materiales sin cambiar de maquinaria. Consisten en una cabina cerrada donde se colocará la pieza de trabajo. Siempre en el interior, hay guantes de protección para usar y la pistola de aire de alta presión que rocía material abrasivo: este material puede estar hecho, por ejemplo, de gránulos de vidrio o piedra abrasiva.
De hecho, la arenadora es una máquina que, gracias a la acción del aire comprimido, lanza microesferas metálicas contra objetos, generalmente metálicos o de piedra, con el fin de pulirlos o eliminar material de la superficie.
Las arenadoras se pueden equipar con su propio banco, en caso de que sea necesario mantener libres las mesas de trabajo. En algunos casos, en los modelos con banco, también está disponible un estante inferior adicional para colocar herramientas útiles o materiales a tratar.
Otro tipo de arenadoras no tienen soporte propio, por lo que se pueden colocar sobre un banco de trabajo para ocupar espacio útil, por ejemplo si el taller donde se colocará no es especialmente espacioso.